Parque Oeste, 35 años de historias compartidas: “Es un lugar maravilloso, es parte de nuestras vidas”

El Polideportivo Parque Oeste, que acaba de cumplir 35 años, se consolidó como un pilar fundamental en la vida de muchos rosarinos. Es un refugio para el barrio y sus alrededores. La ex quinta Luciani se erigió en un lugar donde las risas y la convivencia se entrelazan en cada rincón a diario. En el marco de la conmemoración de un nuevo aniversario, colonos y adultas mayores brindaron sinceros testimonios y emociones compartidas a la hora de graficar la importancia del espacio municipal.

“Vengo a este hermoso lugar del año 92. Soy del barrio y siempre participé de las actividades que nos ofrecen, hasta folclore y coro hice”, afirmó Yolanda María Carignano. “Ahora no me puedo mover mucho, pero acá soy y fui muy feliz. A eso le sumo que hice muchas amistades. Este es un lugar maravilloso. Es parte de mi vida”, narró la mujer de 80 años.

Otra vecina que se mostró muy emocionada al hablar del predio fue Norma González. “Vengo hace 11 años. Soy del grupo de adultos mayores y hago muchas actividades. Este lugar me da felicidad, sobre todo, porque hace un tiempo estuve bajoneada y acá encontré la alegría. No soy del barrio, pero acá soy feliz”, expresó.

Para Rosa Guerrero, quien hace 15 años concurre a este predio municipal, “esto es una terapia". "Pasé por muchas cosas y esto me solucionó la vida. Además, las compañeras y profes son maravillosas. Estoy feliz porque en los últimos tiempos tuve 17 operaciones y no necesité psicólogo porque acá encontré todo lo que me ayudaba para ponerme bien”, confesó. Y agregó: “A eso le sumo que perdí a mis padres y a mi abuela, y el Parque Oeste me abrazó y me hace bien. Este polideportivo es mi vida”.

A su turno, Gisela González describió que “empecé a venir porque estaba muy mal", y sostuvo: "Este espacio es como una terapia porque me siento bien y realizo varias actividades. Estoy prácticamente instalada acá, ya que vengo hace 15 años, y amo al Parque Oeste”.

“Me encanta la gente que trabaja porque son todos muy amables y grandes profesionales. Nos ayudan y se preocupan por toda la gente. El Parque es todo para mí, lo amo”, puntualizó.

María Rosa Pérez, en tanto, es del barrio y se emociona al contar que “hace 15 años que vengo. Esto es mi vida. Es mi segunda casa". "Acá encontré mi lugar, y los profes son geniales. Me emociono cuando hablo del Parque porque esto representa mucho para mí, como también para mucha gente. Cuando estoy en este lugar me olvido de todo”, manifestó.

Los más chicos también

Los rostros de niños también se iluminaron cuando hablaron del predio municipal. Los colonos ofrecieron antes de sus testimonios sonrisas y miradas llenas de alegría. Como el caso de Marcos, quien es de “Villa Banana y es la primera vez que vengo a una colonia”. El chico de 13 años dijo además que “esto está bueno y me re gusta porque ahora estoy haciendo más amigos y también me están enseñando a nadar”.

“Hace dos años vengo a la colonia. Acá es pura diversión y la paso bien, además de que aprendí a nadar”, contó Fernando, de 16 años.

“Me gusta venir, sobre todo a la pileta grande. Acá aprendí a nadar y me gusta jugar como también hacer nuevos amigo”, afirmó Marcos, de 9 años.

A su turno, Isabela (8 años), también integrante de las colonias, dijo: “Me gusta venir porque la paso lindo y aprendemos cosas. Nos hacemos amigos y tenemos una pileta grande”. Mientras que Francesca (9 años) también destacó que “me gusta mucho venir y meterme en la pile”, al igual que Martino (8 años), quien aseveró que “jugamos, tenemos amigos y nos enseñan muchas cosas. Este lugar está rebueno”.

Está a la vista que cada testimonio refleja el significado emocional que tiene para la comunidad el Parque Oeste. El mismo espacio que desde su creación (hace 35 años) viene siendo testigo de innumerables historias de vida de los vecinos.